lunes, 1 de septiembre de 2008

"Bajo esta costra de hueso y piel, que es mi cabeza, hay una constancia de angustias..."

Antonin Artaud nace en Marsella, es hijo de un armador francés y de una mujer de origen griego. Su infancia se ve marcada por problemas nerviosos atribuidos a una meningitis, también interpretados como síntomas de una neurosífilis transmitida a él por uno de sus padres. El dolor físico y cierta sensación de paranoia no lo dejarán nunca. Lo obligarán a pasar largas estancias periódicas en sanatorios mentales (cuyo ejemplo más prolongado--y trágico--es el de los nueve años que pasa encerrado en el Havre, Villejuif y Rodez, de 1937 a 1946).
La muerte de su hermana Germaine, en 1905, lo marca profundamente. Vale la pena anotar que por aquel entonces es una persona extremadamente devota. En 1914, luego de sufrir una crisis depresiva, en el curso de sus estudios, piensa en inscribirse en el seminario. El catolicismo, pues, influye en la vida de Artaud y en su obra desde que es muy joven. Su influencia lo hará oscilar entre el ateísmo declarado y la devoción excesiva.
En 1920 llega a París para dedicarse a escribir. Reúne sus primeros versos bajo el título Trictac del ciel (1924), de los que después dirá que no lo representan, por ser afectados, por ser "farsas de un estilo que no lo es y que nunca lo fue." A raíz de su publicación entra en contacto con André Breton, quien acaba de hacer público, a su vez, el primer Manifiesto Surrealista. Asume el cargo de director de la oficina de investigaciones surrealistas. A lo largo de este periodo escribe también guiones de películas y poemas (El ombligo de los limbos, El pesanervios, etc.).
Junto con Roger Vitrac funda, en ese período, El teatro Alfred Jarry y entre 1927 y 1929, monta cuatro espectáculos. El absoluto fracaso de sus primeros montajes le lleva a refugiarse en la teoría, con lo que sienta las bases del denominado "teatro de la crueldad" («aquel que apuesta por el impacto violento en el espectador. Para ello, las acciones, casi siempre violentas, se anteponen a las palabras, liberando así el inconsciente en contra de la razón y la lógica»), en obras como El teatro y su doble.
En 1936 Artaud viaja a México y convive con los Tarahumaras, un pueblo indígena, para encontrar la antigua cultura solar y experimentar con el peyote.
A su regreso de México, a principios de 1937, Artaud pasó algunos meses imerso en el estudio de la astrológia, la numerología y el Tarot. Como explica Giordano Berti en su articulo sobre Artaud en "Claves y Secretos del Tarot" (Salvat, Barcelona 2005, p.19), existe una obra de Artaud, "Las nuevas revelaciones del ser" (1937) que contiene el testimonio de un especial método de interpretación del Tarot consistente en interpretar los arcanos majores y menores como referente simbólico para las experiencias cotidianas.
Un año más tarde, deportado de Irlanda, será ingresado por sobrepasar los límites de la marginalidad. Pasa nueve años en manicomios y repetidas sesiones de terapia de electrochoque acabarán por hundirle físicamente. Sus amigos logran sacarlo y vuelve a París, donde vivirá durante tres años. Publica en 1947 el ensayo Van Gogh le suicidé de la société ("Van Gogh el suicidado de la sociedad"), galardonado al año siguiente con el Prix Saint-Beuve de ensayo. En 1948 este periodo produjo el programa de radio Para acabar con el Juicio de Dios, el cual es censurado y sólo será transmitido en los años 70. Sus cartas de la década de los 40, muestran su desilusión frente a tal decisión.
Antonin Artaud muere el 4 de marzo 1948 a la mañana en el asilo de Ivry-sur-Seinela donde había sido internado por un cáncer. El jardinero de la clínica entró en la habitación de Artaud a llevarle el desayuno y lo encontró sentado al pie de la cama. Estaba muerto. Pocos días antes Antonin había manifestado su deseo de no querer morir acostado ni en presencia de testigos. Y sus deseos se cumplen. Muere tal como quiere. Tal vez, también en el momento que quiso.
Hipnotizado por su propia miseria, en la que vio la de la humanidad entera, Artaud rechaza con violencia los refugios de la fe y del arte. Ha querido encarnar ese mal, viviendo la pasión total, para encontrar, en el corazón de la nada, el éxtasis. Grito de la carne que sufre y del espíritu alienado que se siente como tal, he aquí el testimonio de este precursor del teatro del absurdo.
Una Definición Teatro de la Crueldad:El Primer Manifiesto del Teatro de la Crueldad se publica en el año 1932 en la revista "Nouvelle Reveu Francaise". La dirección de la revista estaba a cargo del poeta Paul Valéry, el escritor André Gide y Jean Paulhan. Precisamente en una carta dirigida a este último Artaud especifica el concepto de Crueldad:"Querido J. Paulhan:La crueldad es sobre todo necesidad y rigor. La decisión implacable e irreversible de transformar al hombre en un ser lúcido. De esta lucidez nace el nuevo teatro. Todo nacimiento implica también una muerte. Para dar origen a mi "crueldad" será necesario cometer un asesinato. Hay que asesinar al padre de la ineficacia en el teatro: el poder de la palabra y del texto. El texto es el dios todopoderoso que no le permite al verdadero teatro nacer. Al atentar contra la palabra, atentamos contra nosotros mismos. Hasta ahora, es el lenguaje verbal aquello que nos permite comprender al mundo. Y lo comprendemos mal. Al asesinar al lenguaje verbal, estamos asesinando al padre de todas nuestras confusiones. Por fin seremos libres. Esto vale no sólo para el teatro. Seremos hombres libres en todo aspecto de nuestra vida. Antonin Artaud"

1 comentario:

*Mariposita* dijo...

hey! bienvenido al club ! muy buena la primer entrada!

somos tan nuevos en esto...

pasate!

saludos